El estilo rústico en la cocina nunca pasa de moda. Quizás porque nos transporta a esos veranos interminables de calma y quietud, de familia y de experiencias pasajeras pero imborrables. Quizás porque nos conecta con la naturaleza y porque resulta confortable como ninguna otra. Quizás porque lo rústico se nos antoja sinónimo de descanso a quienes frecuentamos la gran urbe.
Sea como sea, el estilo rústico en la cocina siempre resulta tendencia. Pero ¿cómo lograrlo? ¿Cómo hacer de nuestra cocina un ejemplo rústico que enamore? Te damos algunas claves sobre el mejor diseño de cocina rústica.
Claves para el diseño de cocina rústica
Cocinas rústicas existen muchas, tantas como diseños podamos imaginar. Sin embargo, existen aspectos clave que podemos tomar en cuenta para lograr el efecto deseado. Además de tendencias que marcan el paso este 2024 para los diseños de cocina rústica. Porque este tipo de diseño no está reñido con las ganas de innovar ni de dar a la cocina un toque original.
1. De la baldosa hidráulica a la pintura, los revestimientos perfectos.
La baldosa hidráulica, esa de acabado artesanal, geometrías perfectas y colores terrosos o pastel son un incondicional de la cocina rústica. Colocadas en las paredes, a modo de revestimiento, o en el suelo de la cocina, confieren ese aspecto tradicional que buscamos.
Puedes marcar tendencia colocando estas baldosas en el frente de la cocina de estilo rústico y decora con pintura especial el resto de la estancia, antiguamente así se hacía. El contraste visual resulta perfecto si dedicas a las paredes un color blanco roto y al mobiliario, madera con veta pronunciada o en acabado verde, que está tan de moda este año. El suelo, en este caso, de barro cocido.
2. Fregaderos XXL.
Este tipo de fregaderos se han convertido en una constante en los estilos farmhouse. Las denominadas pilas de cocina deben ser, en un estilo rústico, cuanto más grandes mejor.
Las hay de porcelana semi encastradas, es decir, con el frente visto; rectangulares pero con las esquinas redondeadas y acabado brillo o mate. La cubeta suele presentar estas dimensiones: 70 x 40 x 20 cm, aunque las hay más pequeñas, y resultan muy cómodas, pues se puede acceder a su interior con mayor facilidad.
3. Alacenas, siempre presentes.
Son otro clásico del diseño de las cocinas rústicas. En aquellas abiertas al salón o al comedor, hacen las veces de elemento de transición entre ambos ambientes. Puedes colocar en ella tu mejor vajilla o dedicarla al desayuno, lo importante es que guarde sintonía estética con el resto de la estancia.
Ten en cuenta el acabado de la pared sobre el que la vas a colocar para elegir el tono idóneo. Papel pintado, pintura, ladrillo visto, piedra… Todo un mundo de posibilidades se abre ante ti en función del revestimiento y el mobiliario circundante.
4. Estanterías abiertas antes que armarios superiores.
En las cocinas rústicas tienen cabida las estanterías abiertas. Puedes colocarlas de dos en dos sobre la encimera o puedes optar por una sola que recorra la pared de lado a lado. Ayudan a aligerar el espacio y son eminentemente prácticas y accesibles.
Puedes aprovechar la parte inferior para colocar ganchos o rieles en los que colgar utensilios de uso frecuente como sartenes o tazas para el desayuno.
La madera de arce o roble, de tonos suaves, suele ser una gran aliada en este caso, aunque si quieres dar una nota de color, puedes apostar por baldas de colores intensos y vivos, como el granate o el azul eléctrico.
5. La encimera, siempre de piedra natural.
No importa si es pizarra, granito o mármol, lo importante es que la encimera sea de piedra natural o, en su defecto, de madera tratada.
Este 2024 la apuesta es por las encimeras de mármol de veta fina y muy marcada, pues resultan muy elegantes y perfectamente combinables con cualquier estilo, también con el diseño de cocinas rústicas.
6. Las campanas: o invisibles o exageradas.
En la cocina rústica no caben las medias tintas en lo que a campanas de extracción se refiere. O se opta por una campana totalmente integrada en el mobiliario, invisible, o por una de grandes dimensiones que asemeja al tiro de una chimenea gracias a un revestimiento de materiales como la escayola, el pladur o el ladrillo visto.
Es lo que se denomina campana de obra y quedan preciosas en cocinas rusticas con mucho encanto, donde los techos son abovedados o presentan vigas de madera vistas.
7. La isla, siempre de madera y con almacenaje abierto.
En las cocinas de estilo rústico, la isla sirve para trabajar. Las de madera envejecida quedan preciosas, coquetas en formas rectangulares y con baldas inferiores para almacenar todo lo necesario. E incluso hay quien aprovecha la parte inferior para tener a mano esas hierbas aromáticas que cultiva con primor en pequeñas macetas.
8. Ante todo, sencillez y amor por la tierra.
Una cocina rústica ha de ser, ante todo, sencilla, limpia y amable. En este caso, menos es más.
La clave reside en conseguir el tono original con esas pequeñas notas de personalización que hunden sus raíces en la tierra que habitamos: frentes hidráulicos de geometrías caprichosas, lámparas de latón o cerámica en acabado mate, textiles de materiales orgánicos propios de la zona y una apuesta por la ornamentación artesanal, con piezas de vajillas hechas a mano, cestas de mimbre y trapos de algodón.
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